A los pediatras nos hacen esta pregunta todos los días. Muchos padres suponen que las defensas de su hijo son inadecuadas y bajas, que no se ha curado de las infecciones previas y que “siempre” está enfermo o que los medicamentos que ha tomado antes no han sido efectivos.
Nada de eso.
Es importante que te enteres de lo que está pasando cuando se enferma frecuentemente y que parece no recuperarse por completo y por lo tanto toma medicinas que piensas que no lo curan.
Muchos estudios epidemiológicos con una sólida base científica han demostrado que los niños pequeños y sanos se enferman cuando menos 5 veces por año. Aún más, si estos van a la guardería o a la escuela esta cifra puede elevarse hasta el doble, o sea 10 veces por año.
Por lo general las infecciones son leves. La duración promedio es de alrededor de 8 días, aunque pueden durar hasta dos semanas sin que esto signifique complicación o mala evolución.
Si analizas los datos anteriores te darás cuenta de que tu hija o hijo que antes gozaba de plena salud; ahora que asiste a la guardería o la escuela podrá estar enfermo por infecciones de tipo respiratorio, gastrointestinal o de la piel cuando menos durante los próximos 6 meses de este año. Esto obviamente te causa alarma, desesperación y angustia todo el tiempo. Lo sabemos bien.
En otra entrada de este blog hemos mencionado a la enfermedad de manos pies y boca, también muy frecuente en las guarderías o escuelas y que a veces, causa síntomas severos.
No es que las defensas de tu hija o hijo estén bajas o sean ineficientes, no. Es la gran cantidad de microorganismos que se transmiten a través de la saliva, heces y orina. Cada vez que tu hijo se enferma hace anticuerpos específicos contra algún tipo de virus, hongo, bacteria o parásito, pero hay cientos de miles, si no es que millones de posibilidades para adquirir un nuevo agresor y enfermarse. El sistema inmunológico de tu hijo es tan bueno que lo defiende de casi todo; pero hay veces que la magnitud, complejidad o agresividad de la infección es tan grande que inevitablemente caerá enfermo.
Es frustrante cuando tu pediatra concluye que su infección es viral y que no requiere antibióticos por lo que solo debes darle medicamentos para hacerlo sentir mejor, controlar la fiebre y otros síntomas. Como te he mencionado antes, la mayoría de estas infecciones son causadas por virus de todo tipo y a veces; en la desesperación de la recurrencia de las infecciones o lo prolongado de los síntomas algunos padres auto medican a sus hijos administrando antibióticos por el beneficio que le resultó a algún conocido o incluso a terapias alternativas que, milagrosamente, recuperan al paciente cuya historia natural era hacia la curación en unos días mas.
¿Qué puedes hacer para prevenir?
Está demostrado que la mejor manera de prevenir infecciones es lavarse las manos frecuente y vigorosamente durante unos minutos con agua tibia y jabón. Sobre todo, antes de los alimentos y después de ir al baño. En los niños pequeños no es fácil lograr esto. Adicionalmente, puedes emplear otros recursos: evita la introducción de objetos a la boca, lava los juguetes diariamente (puedes hacer tres bolsas con juguetes limpios, abre una diaria), usa antisépticos no tóxicos, desecha objetos y juguetes no lavables, enséñale que debe hacer para controlar sus secreciones al estornudar y/o toser, desinfecta las áreas contaminadas.
Lo mejor es no llevarlo a la escuela o guardería si está enfermo. Evita que contagie a otros niños. Piensa que en otro momento puede ser el tuyo, a quién le cuidas celosamente su salud, el que se contagie de alguien más con un bicho que lo haga sentir muy mal y a ti te quite el sueño las próximas dos semanas. Sigue las recomendaciones de tu pediatra para que le apliques todas las vacunas disponibles.