Tanto la influenza como la enfermedad de COVID19 (¿sabías que su género es femenino?) tienen síntomas similares, son dos enfermedades infecciosas producidas por virus que se presentan en cualquier época del año, especialmente en otoño e invierno.
Las dos tienen síntomas parecidos, así que puede ser difícil diferenciarlas.
Ambas enfermedades pueden ser asintomáticas o con síntomas leves o bien, tener un cuadro muy severo e incluso causar la muerte rápidamente.
Los síntomas de la influenza aparecen de 1 a 4 días de haber sido expuestos a una persona enferma. Los síntomas COVID19 aparecen de 2 a 14 días después del contagio.
Síntomas comunes de la influenza y de la COVID19
Fiebre/escalofríos
Tos
Falta de aire, dificultad para respirar
Cansancio extremo
Dolores de músculos o del cuerpo
Dolor de cabeza
Congestión, goteo nasal
Vómito y diarrea
Quizá lo único que ayuda a diferenciar entre una u otra es que en la COVID19 aparece comúnmente pérdida del sentido del gusto o del olfato.
Todas las personas deben vacunarse, especialmente niños y adultos mayores, mujeres embarazadas, durante la lactancia o aquellas que padezcan enfermedades o tomen medicamentos que causan depresión del sistema inmunológico. La vacuna debe aplicarse desde los 6 meses de edad.
Vacunar a los hijos y vacunarse disminuye el riesgo de enfermedad grave y les permite a los médicos un diagnóstico más rápido e instalar el tratamiento más oportunamente.
Los virus sufren mutaciones continuamente, por lo que la vacuna es diferente todos los años, cada temporada invernal es analizada cuidadosamente por los científicos
de la Organización Mundial de la Salud y entre marzo y abril del año siguiente proponen
la combinación de la vacuna que aplicaremos en el siguiente otoño e invierno. Este año esperamos cuatro virus: dos de tipo A y dos de tipo B.
Hay grandes avances en el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2. En el momento de escribir este artículo había 44 vacunas con estudios clínicos en humanos durante las últimas fases de investigación, antes de aprobarse para aplicarse en la población general, así que tenemos grandes esperanzas, aunque también grandes retos por pasar.
Si tenemos una vacuna contra influenza que ha probado su eficacia y seguridad desde 1940; ¿por qué no la aprovechas y proteges a tu familia de una enfermedad que se parece mucho al temido coronavirus?
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