Cuando el bebé es muy pequeño y sucede la primera vez, muchos padres no saben qué hacer; es difícil pensar claramente y tomar decisiones importantes. Lo adecuado es llamar al pediatra, pero hay cosas que necesitas saber antes de hacerlo.
La fiebre no siempre es grave y a veces se presenta solo por arroparlos excesivamente o cuando no han tomado suficiente leche. Los recién nacidos y los bebes muy pequeños son sensibles a los cambios extremos de temperatura ambiental. Si lo cubres demasiado, además de tener fiebre, puede deshidratarse debido a sudoración excesiva. Recuerda que el sudor es un mecanismo de control y sirve para enfriar la piel por donde pasa la sangre muy caliente y así normalizar la temperatura del cuerpo. No lo cubras mas si está “sudando frio”.
Recuerda que FIEBRE es 38 C o más (100.4 F) y la temperatura normal es de alrededor de 37 C (98.6 F).
Asegúrate de que tiene fiebre. No es confiable tocar la frente ni otra parte del cuerpo. Aunque muchos padres pueden saber cuándo su bebé tiene fiebre, lo mejor es tomar la temperatura rectal. Pide a tu pediatra que te diga como hacerlo, es sencillo, no lo lastimas y es el sitio mas confiable. Si tu termómetro te da varias lecturas, toma la más alta.
Lo mas importante después de comprobar que tu bebé tiene fiebre es hacer que se sienta mejor, normalizar su temperatura y que no se deshidrate. Si toma leche materna amamántalo mas veces, el objetivo es que tome mayor cantidad de líquidos. Si tu pediatra te ha prescrito suero oral asegúrate de seguir las recomendaciones precisas en cuanto al tipo de solución y cantidades. Ofrece poco a poco, en pequeñas cantidades para evitar que vomite. No des tés u otras bebidas hidratantes para deportistas o incluso sodas. Puedes causar intoxicaciones severas.
Quita el exceso de ropa, evita los cambios bruscos de temperatura y mantenlo ligero. Con frecuencia, esto ayuda por si solo para controlar la fiebre persistente sin necesidad de medicamentos. Toma regularmente la temperatura para asegurarse de que las medidas funcionan.
El baño tibio prolongado ayuda a los casos de difícil control. En la bañera, vierte poco a poco agua tibia desde la cabeza hasta los pies en repetidas ocasiones y observarás que la fiebre se controla progresivamente. Nunca uses agua fría o soluciones con alcohol o vinagre. Esto es muy peligroso y puedes causarle que baje su azúcar de la sangre y causarle un colapso.
No uses enemas fríos, medicamentos milagrosos, aliméntalo correctamente, evita corrientes de aire frío que causan cambios bruscos de temperatura y aunque la mayoría de los consejos no profesionales son bien intencionados, pregunta siempre a tu pediatra que debes hacer. El querrá siempre saber cuál es la causa que le origina fiebre a tu hijo.
Si tu médico te ha prescrito medicamentos como paracetamol o ibuprofeno, asegúrate que has anotado las dosis correctas y que has entendido bien la manera de administrarlos.
No lo auto mediques.
Siempre consulta a tu pediatra.