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  • Foto del escritorGuillermo Franco-del-Rio

¿Cómo ayudar a mi hijo con estreñimiento?


Cuando los bebés toman leche materna a veces no evacuan hasta en ¡una semana! La razón es que casi todos los nutrientes de la leche se absorben y en el intestino queda muy poco residuo que debe acumularse para hacer un bolo fecal lo suficientemente grande para despertar el reflejo de defecación. Así que, no te preocupes si tu bebé no evacua diario, no está molesto, come muy bien, duerme plácidamente, no tiene dolor y luce feliz y contento cuando le das masaje en el abdómen y expulsa heces blandas o líquidas en gran cantidad de vez en cuando. Ve también otros aspectos positivos: ahorras pañales, cuidas el medio ambiente y sobre todo, la economía familiar.


El verdadero estreñimiento lo padecen 2 de cada 10 niños, generalmente se desarrolla entre los 2 a 3 años y puede durar toda la vida si no se atiende y corrige a tiempo.


¿Cómo puedes sospechar que tu pequeño padece estreñimiento?

  • Si tiene 2 evacuaciones (o menos) por semana

  • Si retiene excesivamente sus heces y estas son duras o muy duras

  • Si tiene movimientos intestinales audibles y sobre todo dolorosos

  • Si sus heces son demasiado grandes y de un diámetro considerable

  • Si mancha la ropa interior con heces frecuentemente (encopresis)

  • Si has tenido problemas en el drenaje del baño por heces grandes

La mayoría de las veces la causa es funcional, es decir, no es que el intestino esté dañado o exista una enfermedad oculta. Aunque seguramente tu pediatra querrá investigar y descartar todas las posibilidades. El estreñimiento funcional es originado básicamente por 3 causas:

  • Malos hábitos

  • Falta de fibra dietética

  • Falta de agua natural

El tratamiento se basa en la corrección de las causas que lo originan:

  • Establece una rutina para que TODOS LOS DIAS se siente en el inodoro a evacuar el intestino y ¡asegúrate que lo haga!Al principio será difícil y tu pediatra puede ayudarlo con medicamentos, pero conforme pasa el tiempo se dará cuenta de que “puede y no duele” y será más sencillo. Siempre después de las comidas.

  • Incrementa los alimentos ricos en fibra.Revisa la tabla adjunta. Dale a tu hijo: frijoles, cereales integrales, frutas y vegetales. Comienza gradualmente, incorporando apenas unos gramos de fibra al día durante varias semanas para reducir la cantidad de gases y edema que se desarrollan en alguien que no está acostumbrado. Para los niños más pequeños, 20 g al día. Para las adolescentes y mujeres jóvenes, 29 g, y para los adolescentes y varones jóvenes 38 g.

  • Incrementa la cantidad de agua natural en un 100%.Establece metas progresivas de consumo. Evita bebidas dulces y de poco valor nutricional. Disminuye la leche que toma y no la uses en polvo o con aditivos o saborizantes

  • Premia sus esfuerzos. No los resultados.

  • A veces tu pediatra te prescribirá laxantes y/o probióticos.Úsalos con cuidado.

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